viernes, 28 de noviembre de 2008

Honoris sin Causa


Y uno de mis inconvenientes es no poder pasear mis ocelos por la prensa diaria. No es que me pierda gran cosa pero es la nostalgia de una costumbre que me es difícil erradicar. Buscando hoy algo que comer, por un contenedor de basura, he dado con mis patitas encima de un arrugado periódico que por lo aceitoso debía de haber servido para envolver algún bocata laboral. En él una noticia que me ha puesto las antenas de punta: "La Universidad Católica Cardenal Herrera investirá a bigotito Aznar doctor honoris causa". No me pongo a ovar porque hace días que hice la puesta en una preciosa ramita de salvia, que si no se me hubieran caído los huevos abdomen para abajo. Impresionado por la noticia y huyendo de ella, como vampiro del agua bendita, me doy de mandíbulas, y en otro rincón del apestoso papel, con la declaración del portavoz de los obispos que asegura que el crucifijo es un signo de libertad... Puaj! Seguro que han fumao! Salgo botando del contenedor porque, a la marcha que llevo, sólo me falta leer que el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición era una ong de ayuda a los desorientados. Fuera me encuentro a tres amigos "enrrollaos" y a falta de comida al menos fumamos.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Maria Maravillas


Una de las ventajas de mi nuevo estado, o quizás debería decir fisonomía, es que me permite conversar con bichos que antes me parecían lejanos y, por supuesto, ininteligibles. Ayer sorprendí a MariSalta, recién llegada de Madrid en el maletero de un AutoRes. Charlando de esto y aquello salió a la conversación que vive en la Carrera de San Jerónimo, si, en las Cortes. Puse las antenas en tensión y le pregunté que si por casualidad no sabría qué había de verdad en todo ese rollo que se traía el Bono entre manos. Me contó que estaba muy quemada con toda esa historia. Vale que ella no se cuelga por los pelos de una viga, entre otras cosas porque no tiene pelo, pero si que estaba en una de ellas cuando un señor con tricornio entró en la sala al grito de -Todo el mundo al suelo!- y a punto estuvo de ser alcanzada entre las antenas por una bala. En cuanto a dormir vestida y sentada ella lo ha hecho toda la vida y no le ve mérito, así como tampoco a lo del celibato, pues en ese puto caserón no hay más saltamontes que ella y como no pegue un "kiki" con el retrato de Peces-Barba. Por todo ello reivindica a la Iglesia que, al menos, se le beatifique, ya que ella también es célibe y ha padecido persecuciones y a Bono la colocación de una placa con su nombre a la entrada del caserón: Beata MariSalta