viernes, 30 de octubre de 2009

I have a dream


La frase, en este caso, no la ha pronunciado M. L. King sino el M.H. President Camps en la presentación (que no inauguración, pues está inacabada) del Ágora. De niño, cuando veía las carreras de coches, soñó que un día las tendría aquí. Cuando veía en Tv. las competiciones de vela, soño que un día estarían en el puerto. Y cuando veía a los grandes tenistas en las canchas, soñó que un día estarían jugando aquí. Si, al señor president se le cumplen los sueños., pero ¿a COSTA de quién? El Ágora ayer presentada ha costado, por ahora, el doble que la homónima de Amenábar y dudo que recaude ni la décima parte porque además nos costará su mantenimiento. Pero, claro, ya tiene su sueño tenístico, su Open 500. Y con respecto a sus sueños náuticos o automovilísticos ya sabemos lo que nos han costado y cuestan. Y todavía dijo más: ¿Y porqué no unas Olimpiadas? Tiemblo. Francamente señor president, por lo que a nosotros nos toca, más nos valdría que fuese vd. insomne.