Supongo que Galileo lo utilizó como una rabieta cuando le obligaron a retractarse de su afirmación de que la tierra giraba sobre si misma. Él dijo la última. Ya me gustaría poder decir, en algunas ocasíones, algo semejante. Lamentablemente sólo tenemos en común que el año de su nacimiento coincide con la matrícula de mi coche.
Vaya para aquellos que desde hace diez años luchan por defender su sueño, que es evitar el expolio de todo un barrio a manos de los que se creen dueños de nuestras voluntades.