
La primavera pasó y de nuevo llega verano. No ha sido una estación muy fructífera en lo que se refiere a nuevas aportaciones, pero es lo que hay. No es el ambiente más propicio para alegrías. Nada cambia en política, ni veo los brotes verdes en la economía. Un oso madrileño engulle nuestra "garrapata" autóctona y los dirigentes locales sonríen de cara a la galería. Ya ruge la Fórmula 1 y aún estamos esperando los ciudadanos de a pie que nos digan lo que nos cuesta ese circo anual. Sólo nos queda la esperanza, aunque cada vez más lejana, que surja un Silvestre del imbornal y, en lugar de llevarse por delante al pobre Piolín, acabe con unos cuantos especímenes que tan poco nos aportan. Claro que los milagros rara vez pasan.
3 comentarios:
La foto más divertida que he visto en los últimos tiempos. El cazador cazado con los restos del cuerpo del delito todavía entre los dientes, pero con cara de decir “¡No es lo que parece!”.
La vida es fácil.
Demasiado, si, por lo menos eso demuestran esos grandes acontecimientos. Pero cuando ves espejismos sueles encontrarte ya bastante deshidratado.
¡Que buena!
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